Comencemos por los
resúmenes de este último trimestre de los libros que estuvimos viendo que eran:
v Martin
fierro (Tienen que tener en cuenta que este es el libro más largo que hay
divido en primera y segunda parte con un total de 33 capítulos así que les
recomiendo leerse todo el resumen o ver los links de video que les dejare a
continuación tanto como los otros)
v Bodas de
Sangre
v Antígona de Sófocles
v Antígona Vélez
Links de videos:
Antígona de Sófocles: 1ro https://www.youtube.com/watch?v=CKiJJtyk6Uo
2do https://www.youtube.com/watch?v=RBXrIBCb8w8
Antígona Vélez: https://www.youtube.com/watch?v=Ni32GxOTiug
Martin fierro: Dos partes
Primera parte: https://www.youtube.com/watch?v=6I-fC2M4rnI
Segunda parte: https://www.youtube.com/watch?v=WSbtItSWGUU
Bodas de sangre: son 11 videos en partes
El Gaucho Martin Fierro (Resumen)
Capitulo 1:
Martin Fierro se hallaba en una pulpería (bar-despensa) y decide contar su historia, pidiéndole a Dios y a los santos que lo ayudaran a refrescar su memoria y aclaren su entendimiento. El decía que no era cantor letrado, que si se ponía a cantar no iba a terminar, que hacia gemir a la prima y llorar a la bordona (Cuerdas de la vigíela). Contaba que tenía mucha experiencia en la vida, y que nada enseñaba tanto como el sufrir y el llorar.
Capitulo 2:
Fierro va narrando su vida feliz como gaucho, pero explica que después comenzaron las desgracias. Dice que tenía hijos, vivienda y mujer; y comienza a detallar los trabajos propios de un gaucho. Vivian escapándose de las autoridades, pues esta se llevaba a los gauchos y los maltrataban sin que estos pudieran defenderse. Luego los mandaban a la frontera o los echaban a un batallón. Fierro cuenta que así empezaron sus males.
Capitulo 3:
Un día se encontraba en una pulpería cantando, y el Juez de Paz realizo una arriada en montón. Algunos lograron escapar, pero el no porque era manso y no había el por qué huir. Pero el juez lo odiaba a Fierro, pues este en las últimas elecciones no había ido a votar y el juez lo considero de la oposición, y lo mando a la frontera. Allí al principio no hacían nada, pero después los empezaron a tratar como malevos y los obligaron a hacer trabajos duros. Los indios entraban cuando querían, a su territorio, pero no los perseguían. Entonces les dieron armas, pero eran lanzas y otras armas primitivas, pues para las armas de fuego no tenían municiones. Una vez, los atacaron por sorpresa al salir de un malón, y un indio se le vino encima a Fierro con una lanza, pero este le tiro sus boleadoras bajándolo del caballo y matándolo. Luego se subió al caballo y se escapo al fuerte.
Capitulo 4:
Esperaron que llegara el sueldo pero no venia, y la miseria los
Martin Fierro se hallaba en una pulpería (bar-despensa) y decide contar su historia, pidiéndole a Dios y a los santos que lo ayudaran a refrescar su memoria y aclaren su entendimiento. El decía que no era cantor letrado, que si se ponía a cantar no iba a terminar, que hacia gemir a la prima y llorar a la bordona (Cuerdas de la vigíela). Contaba que tenía mucha experiencia en la vida, y que nada enseñaba tanto como el sufrir y el llorar.
Capitulo 2:
Fierro va narrando su vida feliz como gaucho, pero explica que después comenzaron las desgracias. Dice que tenía hijos, vivienda y mujer; y comienza a detallar los trabajos propios de un gaucho. Vivian escapándose de las autoridades, pues esta se llevaba a los gauchos y los maltrataban sin que estos pudieran defenderse. Luego los mandaban a la frontera o los echaban a un batallón. Fierro cuenta que así empezaron sus males.
Capitulo 3:
Un día se encontraba en una pulpería cantando, y el Juez de Paz realizo una arriada en montón. Algunos lograron escapar, pero el no porque era manso y no había el por qué huir. Pero el juez lo odiaba a Fierro, pues este en las últimas elecciones no había ido a votar y el juez lo considero de la oposición, y lo mando a la frontera. Allí al principio no hacían nada, pero después los empezaron a tratar como malevos y los obligaron a hacer trabajos duros. Los indios entraban cuando querían, a su territorio, pero no los perseguían. Entonces les dieron armas, pero eran lanzas y otras armas primitivas, pues para las armas de fuego no tenían municiones. Una vez, los atacaron por sorpresa al salir de un malón, y un indio se le vino encima a Fierro con una lanza, pero este le tiro sus boleadoras bajándolo del caballo y matándolo. Luego se subió al caballo y se escapo al fuerte.
Capitulo 4:
Esperaron que llegara el sueldo pero no venia, y la miseria los
acosaba. No tenían nada de ropa, pero a él le
quedaba solo una manta de abrigo que se la saco al Comandante. Paso un año y
las cosas seguían igual. Luego dieron algo de dinero, pero a él no lo llamaron
a cobrar por que "no estaba" en la lista. Se disgusto Fierro, pero de
esto se entero el comandante y llamo al Cabo y al Sargento, quienes después le
dieron un castigo.
Capitulo 5:
Fierro esperaba una ocasión en que los indios entraran y hacerse el cimarrón (salvaje) y volverse para su pago. Creía que si se quedaba iba a morir. Una noche un gringo borracho no lo reconoció y le disparo a Martin Fierro, pero no le pego porque estaba mamado. Por el ruido salieron los oficiales y lo atraparon a Fierro y lo tiraron al suelo. En eso vino el Mayor y le empezó a gritar. Luego lo ataron de las manos y de las piernas; y toda la noche Fierro le estuvo haciendo maldiciones al gringo.
Capitulo 6:
Se reunió una militada para una expedición que iban a hacer sin carretas ni baguales (caballos), para golpear a los indios en sus mismas tolderías, y que vendría con ellos un ministro llamado Don Gansa que iba a reunir el ejército y que tenía cañones. Fierro explica que él nunca fue un gaucho dominado, que nunca se ha acobarda dado. Un día que estaban reunido el Jefe y el Juez de Paz, Fierro agarro un caballo y se escapo. Volvió a su pago al cabo de tres años convertido en desertor. Cuando fue para su rancho no encontró ni el rastro de este. Después le conto un vecino que sus hijos trabajaron como peones y su mujer se fue con no sabe que gavilán, pues el campo se lo pidieron y la hacienda la vendieron para pagar arrendamientos. Fierro piensa que sus hijos están sufriendo mucho, y decide hacerse gaucho matrero ("malo" ).
Capitulo 7:
Luego Fierro comenzó a ser perseguido porque pensaban que era un vago, lo que se vio obligado a huir constantemente. Además el no tenía ni mujer, ni rancho, ni dinero, ni hijos. Un día se entero que había un baile por allí y se encontró con muchos amigos que se alegraron al verlo. Al ver llegar una morena la ofendió. El que la
Capitulo 5:
Fierro esperaba una ocasión en que los indios entraran y hacerse el cimarrón (salvaje) y volverse para su pago. Creía que si se quedaba iba a morir. Una noche un gringo borracho no lo reconoció y le disparo a Martin Fierro, pero no le pego porque estaba mamado. Por el ruido salieron los oficiales y lo atraparon a Fierro y lo tiraron al suelo. En eso vino el Mayor y le empezó a gritar. Luego lo ataron de las manos y de las piernas; y toda la noche Fierro le estuvo haciendo maldiciones al gringo.
Capitulo 6:
Se reunió una militada para una expedición que iban a hacer sin carretas ni baguales (caballos), para golpear a los indios en sus mismas tolderías, y que vendría con ellos un ministro llamado Don Gansa que iba a reunir el ejército y que tenía cañones. Fierro explica que él nunca fue un gaucho dominado, que nunca se ha acobarda dado. Un día que estaban reunido el Jefe y el Juez de Paz, Fierro agarro un caballo y se escapo. Volvió a su pago al cabo de tres años convertido en desertor. Cuando fue para su rancho no encontró ni el rastro de este. Después le conto un vecino que sus hijos trabajaron como peones y su mujer se fue con no sabe que gavilán, pues el campo se lo pidieron y la hacienda la vendieron para pagar arrendamientos. Fierro piensa que sus hijos están sufriendo mucho, y decide hacerse gaucho matrero ("malo" ).
Capitulo 7:
Luego Fierro comenzó a ser perseguido porque pensaban que era un vago, lo que se vio obligado a huir constantemente. Además el no tenía ni mujer, ni rancho, ni dinero, ni hijos. Un día se entero que había un baile por allí y se encontró con muchos amigos que se alegraron al verlo. Al ver llegar una morena la ofendió. El que la
acompañaba había estado juntando rabia, y luego
de otra ofensa de Fierro, el moreno se le vino encima pero el gaucho le pego
con un porrón de ginebra. Luego el negro lo atropello y le tiro dos cuchillazos
que le logro esquivar; pero Fierro le devolvió el ataque y lo hirió. Volvió a
venirse furioso, el moreno, encima de Fierro pero este lo hirió nuevamente
matándolo.
Capitulo 8:
Otro día, en un boliche, entro un gaucho guapo y peleador; y lo provoco a Martin Fierro. Este le respondió y comenzaron a luchar, pero Fierro lo mata de un revés con el facón (cuchillo) y se retira del lugar.
Capitulo 9:
Fierro se la pasaba matrereando de día, pero siempre sobre el rancho estaba para vigilar que la policía no lo agarre, y de noche buscaba una guarida para que no lo atrapen. Un día, se hallaba contemplando las estrellas y escucho ruido de caballos que se aproximaban. Era la policía que lo había venido a buscar por sus crímenes. Pero Fierro no quería entregarse y tuvieron que luchar. Un policía le disparo, pero erro el tiro, y el gaucho aprovecho y lo hirió a otro que estaba acomodando las boleadoras. Otros dos se le vinieron encima, pero con taconazos el mato. Luego un policía lo venía a atacar, pero Fierro le echo tierra a los ojos y le clavo el facón. En eso uno de los policías, llamado Cruz, les dijo a los otros que no era justo que le den muerte así a un valiente y se paso al lado del gaucho, con lo que la pelea se emparejo, y al venírsele dos encima los mato. Al ver esto, el resto de la policía escapo. Después se dirigieron a un rancho y se pusieron a beber.
Capitulo 10:
Cruz le empieza a contar su historia: habla del gaucho, y de su mujer; y le explica como conoció al Comandante. Este lo tenia de lado a lado y no le pagaba nada. A veces lo mandaba a hacer viajes largos. Pero en una ocasión, entro a su rancho y lo encontró abrazando a su china. Este, por el temor, saco su espada y se le vino encima a Cruz. Le tiro un espadazo, pero el ágil gaucho lo esquivo y golpeo al Comandante. Pero en eso entro un hombre del comandante, y le disparo pero no acertó, y Cruz se le acerco y lo mato de un taconazo. Luego agarro sus ponchos y sus prendas y se fue para siempre del rancho.
Capitulo 11:
Luego supo Cruz que había una milonga por la zona y allí fue. Se puso a bailar, pero el guitarrero lo ofende con una payada y Cruz de un taconazo le corta todas las cuerdas de la guitarra. Un gringo con fusil acudió en defensa del cantor entonces Cruz se vio obligado a salir. De adentro de la pulpería salió el guitarrero y se puso a pelear con Cruz, pero este con un corte lo dejo en el piso. Monto su bagual y se largo a los campos.
Capitulo 12:
Un día lo llamo el juez a Cruz y le propuso que se hiciera soldado de policía. Así obtuvo el cargo de sargento, pero como a él no le gustaba andar con el revólver en la cintura y por haber prestado ayuda a Fierro que no lo iba abandonar, decide dejar la policía y seguir como matrero.
Capitulo 13:
Luego se retiran del rancho y mientras van cabalgando, Fierro alaba las creaciones de Dios, en especial la mayor que le dio al hombre que es una lengua que habla. Luego deciden ir a tierras indígenas, al lugar donde estaban los caciques, pues estos trataban a los cristianos que iban por su gusto de "hermanos". Y hacia esas tierras partieron porque allí iban a tener más seguridad y pasarían menos males. Cruz y Fierro, arriando su tropilla cruzaron la frontera. Y cuando la habían pasado Cruz le dijo a Fierro que mirar a su pueblo, y a estas dos lágrimas le rodaron por la cara. Siguieron su rumbo y entraron al desierto. El relator concluye diciendo que no sabe si se habrán muerto y que el ha relatado a su modo: "Males que conocen todos, pero naides canto"
Capitulo 8:
Otro día, en un boliche, entro un gaucho guapo y peleador; y lo provoco a Martin Fierro. Este le respondió y comenzaron a luchar, pero Fierro lo mata de un revés con el facón (cuchillo) y se retira del lugar.
Capitulo 9:
Fierro se la pasaba matrereando de día, pero siempre sobre el rancho estaba para vigilar que la policía no lo agarre, y de noche buscaba una guarida para que no lo atrapen. Un día, se hallaba contemplando las estrellas y escucho ruido de caballos que se aproximaban. Era la policía que lo había venido a buscar por sus crímenes. Pero Fierro no quería entregarse y tuvieron que luchar. Un policía le disparo, pero erro el tiro, y el gaucho aprovecho y lo hirió a otro que estaba acomodando las boleadoras. Otros dos se le vinieron encima, pero con taconazos el mato. Luego un policía lo venía a atacar, pero Fierro le echo tierra a los ojos y le clavo el facón. En eso uno de los policías, llamado Cruz, les dijo a los otros que no era justo que le den muerte así a un valiente y se paso al lado del gaucho, con lo que la pelea se emparejo, y al venírsele dos encima los mato. Al ver esto, el resto de la policía escapo. Después se dirigieron a un rancho y se pusieron a beber.
Capitulo 10:
Cruz le empieza a contar su historia: habla del gaucho, y de su mujer; y le explica como conoció al Comandante. Este lo tenia de lado a lado y no le pagaba nada. A veces lo mandaba a hacer viajes largos. Pero en una ocasión, entro a su rancho y lo encontró abrazando a su china. Este, por el temor, saco su espada y se le vino encima a Cruz. Le tiro un espadazo, pero el ágil gaucho lo esquivo y golpeo al Comandante. Pero en eso entro un hombre del comandante, y le disparo pero no acertó, y Cruz se le acerco y lo mato de un taconazo. Luego agarro sus ponchos y sus prendas y se fue para siempre del rancho.
Capitulo 11:
Luego supo Cruz que había una milonga por la zona y allí fue. Se puso a bailar, pero el guitarrero lo ofende con una payada y Cruz de un taconazo le corta todas las cuerdas de la guitarra. Un gringo con fusil acudió en defensa del cantor entonces Cruz se vio obligado a salir. De adentro de la pulpería salió el guitarrero y se puso a pelear con Cruz, pero este con un corte lo dejo en el piso. Monto su bagual y se largo a los campos.
Capitulo 12:
Un día lo llamo el juez a Cruz y le propuso que se hiciera soldado de policía. Así obtuvo el cargo de sargento, pero como a él no le gustaba andar con el revólver en la cintura y por haber prestado ayuda a Fierro que no lo iba abandonar, decide dejar la policía y seguir como matrero.
Capitulo 13:
Luego se retiran del rancho y mientras van cabalgando, Fierro alaba las creaciones de Dios, en especial la mayor que le dio al hombre que es una lengua que habla. Luego deciden ir a tierras indígenas, al lugar donde estaban los caciques, pues estos trataban a los cristianos que iban por su gusto de "hermanos". Y hacia esas tierras partieron porque allí iban a tener más seguridad y pasarían menos males. Cruz y Fierro, arriando su tropilla cruzaron la frontera. Y cuando la habían pasado Cruz le dijo a Fierro que mirar a su pueblo, y a estas dos lágrimas le rodaron por la cara. Siguieron su rumbo y entraron al desierto. El relator concluye diciendo que no sabe si se habrán muerto y que el ha relatado a su modo: "Males que conocen todos, pero naides canto"
Segunda Parte
La vuelta de Martin Fierro
Capitulo 1:
El relator pide silencio porque va a demostrar que a su historia le faltaba lo mejor. El explica que uno viene como dormido cuando vuelve del desierto, que había recibido la facultad para el canto y que tanto el pobre como el rico le han de dar la razón.
Capitulo 2:
Fierro, tristemente, va recordando a su familia y a su pago, y en ocasiones se tira entre los yuyos a llorar por ellos. Recuerda también que se dirige al desierto con Cruz, y llegaron a unos toldos de salvajes. Cuando estos los vieron a Cruz y a Fierro se armo un tremendo alboroto y los rodearon. Los gauchos pensaron que morirían, pero en eso llego un odio que les dijo que su salvación se la debían a un cacique, y que ellos iban a quedar cautivos. Como el indio era muy desconfiado, los pusieron separados bajo vigilancia.
Capitulo 3:
Fierro no pudo hablar con Cruz por dos años, pues recién al cabo de ese tiempo el cacique los dejo vivir juntos, y estos se fueron a la orilla de un pajal. Como el alimento no abundaba por mas empeño que se hiciera, semejante ejercicio hacia diestro al cazador, que tenía que comer cualquier animal.
Capitulo 4:
Fierro explica que antes de aclarar el día, el indio empieza a aturdir la pampa con su rugir, y a veces, sin que el y Cruz sintieran nada se largaban a invadir. Cuenta que para realizar el malón, se procuran los mejores caballos y van con lanza sola, varios pares de bolas y nada más, para no fatigar al caballo. Es cruel el indio y odia al cristiano. El peso del trabajo lo dejan a sus mujeres, pues ellos son ladrones, pero viven en miseria que causa horror.
Capitulo 5:
Cuando la invasión regresa, los indios traen miles de cabezas de vacas y yeguas y negocios enteros que han saqueado. Luego se reparten el botín con igualdad y cada indio va a su toldo. Cuando el hombre es más salvaje, trata peor a su mujer. La mujer pronta esta para servir a un desgraciado, pero tiene corazón de madre. El indio no tiene cariño a nadie ni sabe lo que es amar, y eso se refleja cuando matan a sus mujeres sin tener compasión.
Capitulo 6:
Paso el tiempo y ellos seguían solitarios. De los indios sanguinarios no tenían que esperar, aunque el que los salvo cuando llegaron era más hospitalario. Este les regalo dos caballos y a veces los fue a ver, aunque Fierro deseaba que jamás lo hubiera salvado. Al cabo de un tiempo, apareció la viruela negra y empezaron a morir los salvajes. Cruz y Fierro, por esto, tenían ganas de volver a sus pagos, pero como el indio que los salvo enfermo, decidieron ir a su lado a cuidarlo. Pero murió a los pocos días y Cruz también enfermo, muy grave, y antes de morir le pidió a Fierro que si volvía, busque a su hijo. Tuvo un terrible desmayo y murió.
Capitulo 7:
Fierro sepulto a su amigo y humedeció aquel terreno con su llanto. Escuchaba a cada rato a Cruz que lo llamaba, y no encontraba consuelo que ir al suelo al lado de su sepultura. Allí pasaba las horas pensando en su mujer, sus hijos, su pago y su amigo. Como escucho unos quejidos se aproximo a ver que era y descubrió que era una cristiana llena de sangre que un indio había herido con su rebenque.
Capitulo 8:
Supo después que ella llevo una comitiva de indios pampas a su partido, mataron a su marido y se la llevaron cautiva. Tenía un hijito a su lado. Cuando estos crecían, los indios lo vendían o los cambiaban por potros. Ella trabajaba para una india, pero un día la hermana de esta falleció y le echaron la culpa a ella por brujería. El Indio la saco al campo y la obligo a que confiese su brujería, pero como la cautiva no dijo nada, degolló a su hijo.
Capitulo 9:
De ella habían sido los lamentos que Fierro escucho. Cuando el indio lo vio saco sus boleadoras y el gaucho su facón. Se miraban mutuamente, desconfiando uno del otro, hasta que el salvaje se le vino encima y le tiro las boleadoras, que solo rozaron a Fierro, quien le tiro una puñalada, pero el indio la esquivo, y el gaucho se enredo con el chiripa (poncho colocado en forma de pañal y prendido con alfileres ceñido con la faja y a veces el tirador o rastra, que utilizaba el aborigen y el gaucho) y cayo. El indio se le puso encima y cuando le estaba por pegar, la mujer lo empujo quitándoselo de encima a Fierro. Siguen peleando pero el indio se resbala con el cuerpo del chiquito degollado y cae, y el gaucho aprovecha para hacerle un tajo y luego otro con el que lo mata.
Capitulo 10:
Se subieron, Fierro y la cautiva, a los caballos y se fueron del lugar. Luego describe la forma en que los salvajes domaban potros. Decidió ir sin rumbo. Varias veces no comieron o comieron carne cruda, y en otras con raíces se mantuvieron. Hasta que, después de mucho sufrir, alcanzaron a divisar una sierra y luego se dirigieron a una estancia, en donde se despidió de su compañera.
Capitulo 11:
Al acercarse a otra estancia, se encontró con un viejo amigo. Este le conto que el juez que lo buscaba ya había muerto; le dice que ya todos sus crímenes habían quedado en el olvido y que el gobierno no lo buscaba. Fierro reflexiona que por culpa del Juez había perdido diez años, que no son pocos para quien ya llega a viejo. Se entero que había una carrera de estancieros y se fue para ahí. Estos, después de reconocerlo le contaron que su mujer había muerto en la miseria. Y mientras tomaba unos tragos se consoló al encontrarse con sus dos únicos hijos que le cuentan sus historias.
La vuelta de Martin Fierro
Capitulo 1:
El relator pide silencio porque va a demostrar que a su historia le faltaba lo mejor. El explica que uno viene como dormido cuando vuelve del desierto, que había recibido la facultad para el canto y que tanto el pobre como el rico le han de dar la razón.
Capitulo 2:
Fierro, tristemente, va recordando a su familia y a su pago, y en ocasiones se tira entre los yuyos a llorar por ellos. Recuerda también que se dirige al desierto con Cruz, y llegaron a unos toldos de salvajes. Cuando estos los vieron a Cruz y a Fierro se armo un tremendo alboroto y los rodearon. Los gauchos pensaron que morirían, pero en eso llego un odio que les dijo que su salvación se la debían a un cacique, y que ellos iban a quedar cautivos. Como el indio era muy desconfiado, los pusieron separados bajo vigilancia.
Capitulo 3:
Fierro no pudo hablar con Cruz por dos años, pues recién al cabo de ese tiempo el cacique los dejo vivir juntos, y estos se fueron a la orilla de un pajal. Como el alimento no abundaba por mas empeño que se hiciera, semejante ejercicio hacia diestro al cazador, que tenía que comer cualquier animal.
Capitulo 4:
Fierro explica que antes de aclarar el día, el indio empieza a aturdir la pampa con su rugir, y a veces, sin que el y Cruz sintieran nada se largaban a invadir. Cuenta que para realizar el malón, se procuran los mejores caballos y van con lanza sola, varios pares de bolas y nada más, para no fatigar al caballo. Es cruel el indio y odia al cristiano. El peso del trabajo lo dejan a sus mujeres, pues ellos son ladrones, pero viven en miseria que causa horror.
Capitulo 5:
Cuando la invasión regresa, los indios traen miles de cabezas de vacas y yeguas y negocios enteros que han saqueado. Luego se reparten el botín con igualdad y cada indio va a su toldo. Cuando el hombre es más salvaje, trata peor a su mujer. La mujer pronta esta para servir a un desgraciado, pero tiene corazón de madre. El indio no tiene cariño a nadie ni sabe lo que es amar, y eso se refleja cuando matan a sus mujeres sin tener compasión.
Capitulo 6:
Paso el tiempo y ellos seguían solitarios. De los indios sanguinarios no tenían que esperar, aunque el que los salvo cuando llegaron era más hospitalario. Este les regalo dos caballos y a veces los fue a ver, aunque Fierro deseaba que jamás lo hubiera salvado. Al cabo de un tiempo, apareció la viruela negra y empezaron a morir los salvajes. Cruz y Fierro, por esto, tenían ganas de volver a sus pagos, pero como el indio que los salvo enfermo, decidieron ir a su lado a cuidarlo. Pero murió a los pocos días y Cruz también enfermo, muy grave, y antes de morir le pidió a Fierro que si volvía, busque a su hijo. Tuvo un terrible desmayo y murió.
Capitulo 7:
Fierro sepulto a su amigo y humedeció aquel terreno con su llanto. Escuchaba a cada rato a Cruz que lo llamaba, y no encontraba consuelo que ir al suelo al lado de su sepultura. Allí pasaba las horas pensando en su mujer, sus hijos, su pago y su amigo. Como escucho unos quejidos se aproximo a ver que era y descubrió que era una cristiana llena de sangre que un indio había herido con su rebenque.
Capitulo 8:
Supo después que ella llevo una comitiva de indios pampas a su partido, mataron a su marido y se la llevaron cautiva. Tenía un hijito a su lado. Cuando estos crecían, los indios lo vendían o los cambiaban por potros. Ella trabajaba para una india, pero un día la hermana de esta falleció y le echaron la culpa a ella por brujería. El Indio la saco al campo y la obligo a que confiese su brujería, pero como la cautiva no dijo nada, degolló a su hijo.
Capitulo 9:
De ella habían sido los lamentos que Fierro escucho. Cuando el indio lo vio saco sus boleadoras y el gaucho su facón. Se miraban mutuamente, desconfiando uno del otro, hasta que el salvaje se le vino encima y le tiro las boleadoras, que solo rozaron a Fierro, quien le tiro una puñalada, pero el indio la esquivo, y el gaucho se enredo con el chiripa (poncho colocado en forma de pañal y prendido con alfileres ceñido con la faja y a veces el tirador o rastra, que utilizaba el aborigen y el gaucho) y cayo. El indio se le puso encima y cuando le estaba por pegar, la mujer lo empujo quitándoselo de encima a Fierro. Siguen peleando pero el indio se resbala con el cuerpo del chiquito degollado y cae, y el gaucho aprovecha para hacerle un tajo y luego otro con el que lo mata.
Capitulo 10:
Se subieron, Fierro y la cautiva, a los caballos y se fueron del lugar. Luego describe la forma en que los salvajes domaban potros. Decidió ir sin rumbo. Varias veces no comieron o comieron carne cruda, y en otras con raíces se mantuvieron. Hasta que, después de mucho sufrir, alcanzaron a divisar una sierra y luego se dirigieron a una estancia, en donde se despidió de su compañera.
Capitulo 11:
Al acercarse a otra estancia, se encontró con un viejo amigo. Este le conto que el juez que lo buscaba ya había muerto; le dice que ya todos sus crímenes habían quedado en el olvido y que el gobierno no lo buscaba. Fierro reflexiona que por culpa del Juez había perdido diez años, que no son pocos para quien ya llega a viejo. Se entero que había una carrera de estancieros y se fue para ahí. Estos, después de reconocerlo le contaron que su mujer había muerto en la miseria. Y mientras tomaba unos tragos se consoló al encontrarse con sus dos únicos hijos que le cuentan sus historias.
Hijo Mayor de Martin Fierro
Capitulo 12:
LA PENITENCIARIA: Cuenta su soledad y la pobreza en la que vivía. Trabajo como peón con un patrón que hacia su vida un calvario. Pero un día mataron a un boyero y lo culparon a el sin tener nada que ver, y el y dos más fueron a la cárcel. En tal terrible soledad, oye el latido de su pecho y piensa en su madre, padre y hermano. Cuenta que por más fuerte que sea el hombre, también sufre, gime, llora y calla metido en aquel infierno. Lamentaba también el no haber aprendido a leer, y sufrió mucho al ver que a otros presos los visitaban sus familias y a él nadie. En la cárcel no se permitía hablar, ni matear, ni cantar, ni fumar. Luego les pide que guarden en su memoria lo que les acaba de decir, pues sino tendrán que sufrir mucho si no creen en su verdad.
Hijo menor de Martin Fierro
Capitulo 13:
Cuenta que vivió diez años entre extraños, hasta que lo encontró una tía que le dio todo (cuidado, cariño, etc.) y lo nombro heredero de los bienes que tenia. Al fallecer la vieja, heredo todo, pero como era menor el Juez le confisco la herencia hasta que sea mayor. Le nombro un tutor y paso al cuidado de este.
Capitulo 14:
El juez trajo a un viejo medio cimarrón (salvaje), muy renegado y muy ladrón que lo llamaban Vizcacha. Andaba rodeado de perros que eran todo su placer. Carneaba noche a noche alguna res (vaca, chancho, etc.) en el pago dejando allí el rezago, alzaba en ancas el cuero, que se lo vendía a un pulpero por yerba, tabaco y trago. Le tenía rabia a las vizcachas. -"Cuando el juez me lo nombro tutor me dijo que era un señor, me iba a enseñar a trabajar y darme la educación, pero en realidad era todo lo contrario. Vizcacha, según un amigo mío, mato a su mujer de un palazo porque le dio un mate frio. Soñaba siempre con ella y decía que ella desde el mismo infierno lo estaba llamando a gritos."-
Capitulo 15:
-"Solo me aconsejaba cuando estaba borracho."- Le decía que se haga amigo del juez y nunca le lleve la contra; que nadie le tenga envidia; y que si buscaba vivir tranquilo que no se case. Le aconseja que sea necesario llevar armas. Luego de estos consejos se quedaba dormido por la borrachera.
Capitulo 16:
-"El viejo vizcacha cayó enfermo y empeoraba. Entonces le traje una curandera a ver si mejoraba. Al verlo dijo que tenía un tubérculo y no le dio mucho tiempo de vida. Vizcacha le pedía a gritos al diablo, que se lo llevara al infierno. Cuando ya no pudo hablar más, le ate una campana en la mano. Pero al poco tiempo falleció."-
Capitulo 17:
-"Cuando lo vi muerto, le cobre un miedo terrible. Llame al alcalde y a tres o cuatro de sus vecinos. Los vecinos le pedían a Dios que le perdone todo lo que había hecho. Sus amigos comienzan a contar las maldades que hacía, como escupir asados ajenos. Esta costumbre se la quito un mulato desertor que le llamaban barullo, quien una noche, luego de escupir el asado Vizcacha, le largo una puñalada, pero el viejo gano la puerta y se fue."- Luego el alcalde comenzó a registrar la casa. Encontró lazos, cabresteo, coyundas, maneadores, una punta de arreadores, cinchones, maneas, torzales, una porción de bozales, un montón de tiradores, y unas cuantas cosas más. Pero las personas allí presentes empezaron a reconocer cosas, supuestamente suyas, y a llevárselas. Cuando se fueron todos, el juez le dijo al huérfano que "el iba a ser el heredero y el que se haría cargo de todo", aunque lo que había quedado eran todas porquerías.
Capitulo 18:
-"Al verme solo con el finado (muerto) y los perros me puse a llorar a gritos. Me saque el escapulario y se lo colgué a mi tutor. Mientras tanto, los perros, para aumentar mi miedo y mi tormento, se pusieron a llorar. Agarre lo que era mío y me fui. Después me entere que esa tarde vino un peón y lo enterró. Pero al otro día amaneció con una mano afuera, y según el enterrador, que se la había comido un perro. Por mucho tiempo no pude saber lo que me pasaba. Todas las noches soñaba con viejos, perros y guascas (látigos)."-
Capitulo 19:
Capitulo 12:
LA PENITENCIARIA: Cuenta su soledad y la pobreza en la que vivía. Trabajo como peón con un patrón que hacia su vida un calvario. Pero un día mataron a un boyero y lo culparon a el sin tener nada que ver, y el y dos más fueron a la cárcel. En tal terrible soledad, oye el latido de su pecho y piensa en su madre, padre y hermano. Cuenta que por más fuerte que sea el hombre, también sufre, gime, llora y calla metido en aquel infierno. Lamentaba también el no haber aprendido a leer, y sufrió mucho al ver que a otros presos los visitaban sus familias y a él nadie. En la cárcel no se permitía hablar, ni matear, ni cantar, ni fumar. Luego les pide que guarden en su memoria lo que les acaba de decir, pues sino tendrán que sufrir mucho si no creen en su verdad.
Hijo menor de Martin Fierro
Capitulo 13:
Cuenta que vivió diez años entre extraños, hasta que lo encontró una tía que le dio todo (cuidado, cariño, etc.) y lo nombro heredero de los bienes que tenia. Al fallecer la vieja, heredo todo, pero como era menor el Juez le confisco la herencia hasta que sea mayor. Le nombro un tutor y paso al cuidado de este.
Capitulo 14:
El juez trajo a un viejo medio cimarrón (salvaje), muy renegado y muy ladrón que lo llamaban Vizcacha. Andaba rodeado de perros que eran todo su placer. Carneaba noche a noche alguna res (vaca, chancho, etc.) en el pago dejando allí el rezago, alzaba en ancas el cuero, que se lo vendía a un pulpero por yerba, tabaco y trago. Le tenía rabia a las vizcachas. -"Cuando el juez me lo nombro tutor me dijo que era un señor, me iba a enseñar a trabajar y darme la educación, pero en realidad era todo lo contrario. Vizcacha, según un amigo mío, mato a su mujer de un palazo porque le dio un mate frio. Soñaba siempre con ella y decía que ella desde el mismo infierno lo estaba llamando a gritos."-
Capitulo 15:
-"Solo me aconsejaba cuando estaba borracho."- Le decía que se haga amigo del juez y nunca le lleve la contra; que nadie le tenga envidia; y que si buscaba vivir tranquilo que no se case. Le aconseja que sea necesario llevar armas. Luego de estos consejos se quedaba dormido por la borrachera.
Capitulo 16:
-"El viejo vizcacha cayó enfermo y empeoraba. Entonces le traje una curandera a ver si mejoraba. Al verlo dijo que tenía un tubérculo y no le dio mucho tiempo de vida. Vizcacha le pedía a gritos al diablo, que se lo llevara al infierno. Cuando ya no pudo hablar más, le ate una campana en la mano. Pero al poco tiempo falleció."-
Capitulo 17:
-"Cuando lo vi muerto, le cobre un miedo terrible. Llame al alcalde y a tres o cuatro de sus vecinos. Los vecinos le pedían a Dios que le perdone todo lo que había hecho. Sus amigos comienzan a contar las maldades que hacía, como escupir asados ajenos. Esta costumbre se la quito un mulato desertor que le llamaban barullo, quien una noche, luego de escupir el asado Vizcacha, le largo una puñalada, pero el viejo gano la puerta y se fue."- Luego el alcalde comenzó a registrar la casa. Encontró lazos, cabresteo, coyundas, maneadores, una punta de arreadores, cinchones, maneas, torzales, una porción de bozales, un montón de tiradores, y unas cuantas cosas más. Pero las personas allí presentes empezaron a reconocer cosas, supuestamente suyas, y a llevárselas. Cuando se fueron todos, el juez le dijo al huérfano que "el iba a ser el heredero y el que se haría cargo de todo", aunque lo que había quedado eran todas porquerías.
Capitulo 18:
-"Al verme solo con el finado (muerto) y los perros me puse a llorar a gritos. Me saque el escapulario y se lo colgué a mi tutor. Mientras tanto, los perros, para aumentar mi miedo y mi tormento, se pusieron a llorar. Agarre lo que era mío y me fui. Después me entere que esa tarde vino un peón y lo enterró. Pero al otro día amaneció con una mano afuera, y según el enterrador, que se la había comido un perro. Por mucho tiempo no pude saber lo que me pasaba. Todas las noches soñaba con viejos, perros y guascas (látigos)."-
Capitulo 19:
-"No volví por lo del juez, por miedo a
que me nombre a otro tutor. El juez me había prometido que cuidaría de mis
cosas hasta que tenga 30 años y sea mayor de edad. Viví por ahí y fui víctima
del mas desdichado amor con una viuda. Fui a ver a un adivino para ver si me
curaba de todos esos males que me habían ocurrido, y me dijo que me habían
hecho daño en un mate y me habían querido embrujar, y me paso una pluma de
avestruz. Me dijo que la causante de esto había sido la viuda y que probara una
receta, pero esta no curo mis males. Me dio otra pero tampoco funciono.
Finalmente me dijo que le corte tres motas a un negro y que las hirviera en
leche. Pero como ninguna funciono, me fui a ver al cura y este me dijo que la
viuda no se podía casar porque se lo había prometido a su marido moribundo, y
que entonces me aleje de la mujer. Pero el cura le dijo al juez que yo era un
cabeza dura y no tenia compostura, y este me echo a la frontera"-
Capitulo 20:
Martin Fierro y sus dos hijos festejaban el reencuentro. En ese momento, vino un mozo forastero que venía de la frontera y les pidió la bendición. Les dijo que el nombre de Picardía era lo único que llevaba y para contar su historia a todos les pedía licencia, diciéndoles que enseguida iban a saber quién era. La gente se puso atenta y Picardía comenzó a cantar.
Picardía
Capitulo 21:
-" Me quede huérfano y no pude conocer a mi padre, siendo mi madre Inocencia me llamaban Picardía. Primero me llevo a su lado un hombre para cuidar las ovejas, pero todo el día eran quejas y guascazos. Luego me fui a Santa Fe buscando mejores fines, pero también me fue mal. Ya pensaba en volverme, cuando salieron unas tías que quisieron recogerme. Ellas se pasaban el día rezando, y luego me obligaron a mí. Yo rezaba sin dificultad todo el día pero a la noche no podía. Por culpa de una morena que me hacia tentar, rezaba pero me equivocaba. Y un día me aburrí de esos enredos y me fui."-
Capitulo 22:
-"Anduve, siendo pobre, de lado a lado. Pero cuando empecé a ganar plata, me tuve que volver. Cuando vine me enrolaron en la Guardia Nacional. Comenzó a trabajar en combinación con el dueño de una fonda (especie de hotel-casino), jugando cartas y peleando a la gente. Hacia trampas así los clientes se entusiasmaban o se ponían nerviosos y jugaban mas. Como hacia trampa con arte y no me descubrían lo hacía en todos los juegos."-
Capitulo 23:
-" Un día, un vendedor ambulante napolitano se vino a jugar haciéndose el chiquito para sacarme ventaja, pero perdió todo, y se puso a llorar mientras yo me llevaba toda su mercadería. Seguí ganando, hasta que se presento un Oficial de Partida, que era ñato (de nariz chata), que me exigió que pagara una multa porque el juego estaba prohibido y que me fuera a llevar al cuartel. Dos veces nos encontramos y dos veces lo insulte. Todo se complico, cuando intente conquistar a la mujer que le gustaba al ñato, y ahí se me declaro enemigo."-
Capitulo 24:
-"Me escape de él en muchas oportunidades, hasta que me agarro en las elecciones, y me quiso obligar a votar por quien quería el Comité. Pero le dije que "Respeto al que me respeta, pero el naipe y la boleta nadie me la ha de tocar". En ese momento cayo la policía y fui a parar al cepo por no querer pelear."-
Capitulo 25:
A los pocos días, hicieron citar la gente para reunir un contingente y mandar a la frontera. La mayoría eran los que no habían votado por el que la Partida quería. Llego el Comandante y comenzó a explicarles uno por uno porque los mandarían a la frontera. Luego empezaron a acumularse más personas, y aunque sus familias lloraran y pidieran compasión, era inútil.
Capitulo 26:
-"Luego llego mi turno y estaba asustado. El comandante me decía que era un jugador, un vago un picaflor, y que había de ser un bandido como mi padre, a pesar de que no lo conocía. Me empeñe en averiguarlo, y me entere que era el guapo sargento Cruz. Yo conocía bien su historia y jure tener enmienda. Todo conseguí olvidar, pero el nombre de Picardía no me lo pude quitar."-
Capitulo 27:
-"Serví en la frontera en un cuerpo de milicia, por culpa de un ñato. Pero allí trabajaba y se hacía sacrificio, y no pagaban nada ni daban ropa. El comisario cuando venía con la paga, por "mala suerte" esta era del contingente anterior. Cuando se cansaban de alguno de nosotros, lo largaban sin ropa ni nada para que vuelva a su partido, sin darle ningún papel que acredite su servicio."-
Capitulo 28:
-"En la frontera lo pasaba como todos, pero cuando me eligieron asistente mejor, en cierto modo, supe hacerme lugar al lado del Ayudante. Este se la pasaba siempre leyendo porque quería recibirse de fraile, era delicado, pero jamás lo vi disgustado. La gente lo aborrecía y lo llamaba "La Bruja", aunque lo único que hacía era recibir las raciones de víveres y de vicios. Pero las milicias decían que yo y la bruja los estábamos traicionando a todos con sus raciones. Esto no era cierto, porque nosotros los traíamos, pero lo recibía el comandante, que sacaba cuanto quería. Luego pasaba al oficial de semana, al sargento, al cabo y por ultimo recién al soldado, y cuando llegan a este ya casi no quedaba ración. El vestuario era otro infierno; si lo daban, llegaba en invierno el de verano, y en verano el de invierno. Por estas razones parece que el gaucho tiene algún pecado que pagar."-
Capitulo 29:
Esto canto Picardía y después guardo silencio. Mientras todos celebraban ese casual encuentro, llego también un moreno. Este presumía de cantor y se creía bueno, se sentó y le pego un rasgado a la guitarra desafiando a Martin Fierro. Este, que siempre se halla dispuesto, tomo la guitarra y los dos comenzaron a cantar.
Capitulo 30:
Fierro explica que el hombre debe mostrarse cuando llegue la ocasión, hace mal en que se niegue o en que se lo rueguen; y dice que hará gemir las cuerdas hasta que las velas no ardan. Cuenta que era costumbre de el cantar las noches enteras. El moreno le dice que el es un pobre guitarrero y da gracias a Dios por poder cantar con alguien que lo experimenta a él. El negro cuenta que tenía nueve hermanos, que ha vivido libre sin depender de nadie, y que sabe mucho. Explica que si tiene alguna falta al cantar que se la perdonen y que se debe escuchar al cantor, aunque sea negro, por que aprenden todos. Fierro le replica que si el sabia tanto, que le diga cuál es el canto del cielo. El moreno le dice que Dios había creado a los hombres negros y blancos, pero que no hizo dos clases distintas, pues los negros pintaban al diablo blanco, y los blancos lo pintaban de negro. Continúa y explica que los cielos lloran y cantan hasta el mayor silencio. Fierro, por su parte, dice que los negros y los blancos tienen los mismos dolores, y que le relate el canto de la tierra. El moreno, a pesar de sus pocos conocimientos, lo explico bien, y entonces Fierro le pide el canto del mar, el de la noche, de donde nace el amor, y que explique qué entiende por ley. Como relata todas bien, Fierro le permite al moreno que le pregunte algo. El moreno, entonces le pregunta "¿Para qué fin el Eterno ha creado la cantidad?" Fierro le dice que Dios creó solo la unidad, y que el hombre aprendió a contar. Al ver que le contesto correctamente, el moreno le pregunta para que forme Dios la medida. Fierro le contesta que la medida la invento el hombre para el bien suyo, pues Dios no tenia que medir sino la vida del hombre. Luego el moreno le pide que le diga que significa el tiempo y el peso. Fierro se lo relata bien, y le dice que si quería aprender más cosas que se lo preguntara. El moreno le dice que ninguno debe abusar de la ignorancia de nadie, que es seguro que pierda un cantor de media talla contra otro de talla entera, que está deprimido y triste y que solo cantaría para buscar consuelo. Cuenta que de los diez hermanos solo quedan nueve, pues el primero murió a manos de un pendenciero, que jamás encontró. Dice finalmente que si en otra ocasión payan, cantaran sobre las muertes injustas que algunos hombres cometen. Fierro le responde que por fin se había callado, que el conoció a los morenos mas peleadores, y que él no busca peleas y que las contiendas no le gustan, pero ni las sombras lo asustan ni los bultos lo menean.
Capitulo 31:
Luego de las palabras, los presentes los separaron y Fierro, sus hijos
Capitulo 20:
Martin Fierro y sus dos hijos festejaban el reencuentro. En ese momento, vino un mozo forastero que venía de la frontera y les pidió la bendición. Les dijo que el nombre de Picardía era lo único que llevaba y para contar su historia a todos les pedía licencia, diciéndoles que enseguida iban a saber quién era. La gente se puso atenta y Picardía comenzó a cantar.
Picardía
Capitulo 21:
-" Me quede huérfano y no pude conocer a mi padre, siendo mi madre Inocencia me llamaban Picardía. Primero me llevo a su lado un hombre para cuidar las ovejas, pero todo el día eran quejas y guascazos. Luego me fui a Santa Fe buscando mejores fines, pero también me fue mal. Ya pensaba en volverme, cuando salieron unas tías que quisieron recogerme. Ellas se pasaban el día rezando, y luego me obligaron a mí. Yo rezaba sin dificultad todo el día pero a la noche no podía. Por culpa de una morena que me hacia tentar, rezaba pero me equivocaba. Y un día me aburrí de esos enredos y me fui."-
Capitulo 22:
-"Anduve, siendo pobre, de lado a lado. Pero cuando empecé a ganar plata, me tuve que volver. Cuando vine me enrolaron en la Guardia Nacional. Comenzó a trabajar en combinación con el dueño de una fonda (especie de hotel-casino), jugando cartas y peleando a la gente. Hacia trampas así los clientes se entusiasmaban o se ponían nerviosos y jugaban mas. Como hacia trampa con arte y no me descubrían lo hacía en todos los juegos."-
Capitulo 23:
-" Un día, un vendedor ambulante napolitano se vino a jugar haciéndose el chiquito para sacarme ventaja, pero perdió todo, y se puso a llorar mientras yo me llevaba toda su mercadería. Seguí ganando, hasta que se presento un Oficial de Partida, que era ñato (de nariz chata), que me exigió que pagara una multa porque el juego estaba prohibido y que me fuera a llevar al cuartel. Dos veces nos encontramos y dos veces lo insulte. Todo se complico, cuando intente conquistar a la mujer que le gustaba al ñato, y ahí se me declaro enemigo."-
Capitulo 24:
-"Me escape de él en muchas oportunidades, hasta que me agarro en las elecciones, y me quiso obligar a votar por quien quería el Comité. Pero le dije que "Respeto al que me respeta, pero el naipe y la boleta nadie me la ha de tocar". En ese momento cayo la policía y fui a parar al cepo por no querer pelear."-
Capitulo 25:
A los pocos días, hicieron citar la gente para reunir un contingente y mandar a la frontera. La mayoría eran los que no habían votado por el que la Partida quería. Llego el Comandante y comenzó a explicarles uno por uno porque los mandarían a la frontera. Luego empezaron a acumularse más personas, y aunque sus familias lloraran y pidieran compasión, era inútil.
Capitulo 26:
-"Luego llego mi turno y estaba asustado. El comandante me decía que era un jugador, un vago un picaflor, y que había de ser un bandido como mi padre, a pesar de que no lo conocía. Me empeñe en averiguarlo, y me entere que era el guapo sargento Cruz. Yo conocía bien su historia y jure tener enmienda. Todo conseguí olvidar, pero el nombre de Picardía no me lo pude quitar."-
Capitulo 27:
-"Serví en la frontera en un cuerpo de milicia, por culpa de un ñato. Pero allí trabajaba y se hacía sacrificio, y no pagaban nada ni daban ropa. El comisario cuando venía con la paga, por "mala suerte" esta era del contingente anterior. Cuando se cansaban de alguno de nosotros, lo largaban sin ropa ni nada para que vuelva a su partido, sin darle ningún papel que acredite su servicio."-
Capitulo 28:
-"En la frontera lo pasaba como todos, pero cuando me eligieron asistente mejor, en cierto modo, supe hacerme lugar al lado del Ayudante. Este se la pasaba siempre leyendo porque quería recibirse de fraile, era delicado, pero jamás lo vi disgustado. La gente lo aborrecía y lo llamaba "La Bruja", aunque lo único que hacía era recibir las raciones de víveres y de vicios. Pero las milicias decían que yo y la bruja los estábamos traicionando a todos con sus raciones. Esto no era cierto, porque nosotros los traíamos, pero lo recibía el comandante, que sacaba cuanto quería. Luego pasaba al oficial de semana, al sargento, al cabo y por ultimo recién al soldado, y cuando llegan a este ya casi no quedaba ración. El vestuario era otro infierno; si lo daban, llegaba en invierno el de verano, y en verano el de invierno. Por estas razones parece que el gaucho tiene algún pecado que pagar."-
Capitulo 29:
Esto canto Picardía y después guardo silencio. Mientras todos celebraban ese casual encuentro, llego también un moreno. Este presumía de cantor y se creía bueno, se sentó y le pego un rasgado a la guitarra desafiando a Martin Fierro. Este, que siempre se halla dispuesto, tomo la guitarra y los dos comenzaron a cantar.
Capitulo 30:
Fierro explica que el hombre debe mostrarse cuando llegue la ocasión, hace mal en que se niegue o en que se lo rueguen; y dice que hará gemir las cuerdas hasta que las velas no ardan. Cuenta que era costumbre de el cantar las noches enteras. El moreno le dice que el es un pobre guitarrero y da gracias a Dios por poder cantar con alguien que lo experimenta a él. El negro cuenta que tenía nueve hermanos, que ha vivido libre sin depender de nadie, y que sabe mucho. Explica que si tiene alguna falta al cantar que se la perdonen y que se debe escuchar al cantor, aunque sea negro, por que aprenden todos. Fierro le replica que si el sabia tanto, que le diga cuál es el canto del cielo. El moreno le dice que Dios había creado a los hombres negros y blancos, pero que no hizo dos clases distintas, pues los negros pintaban al diablo blanco, y los blancos lo pintaban de negro. Continúa y explica que los cielos lloran y cantan hasta el mayor silencio. Fierro, por su parte, dice que los negros y los blancos tienen los mismos dolores, y que le relate el canto de la tierra. El moreno, a pesar de sus pocos conocimientos, lo explico bien, y entonces Fierro le pide el canto del mar, el de la noche, de donde nace el amor, y que explique qué entiende por ley. Como relata todas bien, Fierro le permite al moreno que le pregunte algo. El moreno, entonces le pregunta "¿Para qué fin el Eterno ha creado la cantidad?" Fierro le dice que Dios creó solo la unidad, y que el hombre aprendió a contar. Al ver que le contesto correctamente, el moreno le pregunta para que forme Dios la medida. Fierro le contesta que la medida la invento el hombre para el bien suyo, pues Dios no tenia que medir sino la vida del hombre. Luego el moreno le pide que le diga que significa el tiempo y el peso. Fierro se lo relata bien, y le dice que si quería aprender más cosas que se lo preguntara. El moreno le dice que ninguno debe abusar de la ignorancia de nadie, que es seguro que pierda un cantor de media talla contra otro de talla entera, que está deprimido y triste y que solo cantaría para buscar consuelo. Cuenta que de los diez hermanos solo quedan nueve, pues el primero murió a manos de un pendenciero, que jamás encontró. Dice finalmente que si en otra ocasión payan, cantaran sobre las muertes injustas que algunos hombres cometen. Fierro le responde que por fin se había callado, que el conoció a los morenos mas peleadores, y que él no busca peleas y que las contiendas no le gustan, pero ni las sombras lo asustan ni los bultos lo menean.
Capitulo 31:
Luego de las palabras, los presentes los separaron y Fierro, sus hijos
y Picardía montaron y se dirigieron a la costa
de un arroyo. Allí pasaron toda la noche, y al amanecer meditaron, y por su
estado de pobreza decidieron separarse. Antes de hacer esto, Fierro les aconsejo.
Capitulo 32:
Fierro los empieza a aconsejar y le dice que estos concejos, que le ha costado adquirirlos, se los da porque desea dirigirlos, pero que su ciencia no alcanza para darles la prudencia que precisan para seguirlos.
Capitulo 33:
Luego se separaron todos, una para cada punto cardinal, pero hicieron una promesa: convinieron entre todos cambiarse el nombre. El relator explica que ha cumplido con su deber, pero todavía le quedan rollos por si se ofrece a dar lazo, que le permitan descansar porque en este punto (33 cantos) se planta; dice que recordemos estas palabras "En mi obra he de continuar hasta dárselas concluidas, si el ingenio o si la vida no me llegan a faltar", y que si algún día faltasen, los gauchos sentirán tristeza en el corazón y lo tendrán en su memoria para siempre. "Que nadie se ofenda si canto de este modo no es para mal de ninguno si no para bien de todos".
Capitulo 32:
Fierro los empieza a aconsejar y le dice que estos concejos, que le ha costado adquirirlos, se los da porque desea dirigirlos, pero que su ciencia no alcanza para darles la prudencia que precisan para seguirlos.
Capitulo 33:
Luego se separaron todos, una para cada punto cardinal, pero hicieron una promesa: convinieron entre todos cambiarse el nombre. El relator explica que ha cumplido con su deber, pero todavía le quedan rollos por si se ofrece a dar lazo, que le permitan descansar porque en este punto (33 cantos) se planta; dice que recordemos estas palabras "En mi obra he de continuar hasta dárselas concluidas, si el ingenio o si la vida no me llegan a faltar", y que si algún día faltasen, los gauchos sentirán tristeza en el corazón y lo tendrán en su memoria para siempre. "Que nadie se ofenda si canto de este modo no es para mal de ninguno si no para bien de todos".
BODAS DE SANGRE (Resumen)
Si este resumen no les convence o les parece incompleto les dejare
el link de otro resumen más completo.
Link: http://literatura.about.com/od/Bodas-de-sangre/fl/Resumen-del-argumento-de-Bodas-de-sangre.htm
La obra se divide en
tres actos, los cuales a su vez se dividen en cuadros. El primer acto se divide
en tres cuadros, mientras que el segundo y tercer acto se dividen en dos
cuadros.
Los actos estarán en
amarillo y los cuadros en celeste para que no haya confusión alguna.
PRIMER ACTO:
PRIMER ACTO:
CUADRO primero:
La Madre del Novio habla con él sobre las los asesinatos de su esposo e hijo mayor. Debido a estas muertes, la madre odia todo tipo de armas, pero especialmente las navajas. Luego, conversan sobre el trabajo del novio en la viña y sobre sus deseos de casarse y quedan en ir a pedir la muchacha. Cuando el hijo se marcha, llega la vecina.
La madre tiene dudas sobre el carácter de la Novia, así que inquiere sobre ella con la vecina, quien le informa que hace un tiempo tuvo una relación con Leonardo Félix, familiar de los hombres que asesinaron al marido y al hijo mayor de la Madre.
La suegra de Leonardo y su mujer le cantan a su hijo. Cuando llega Leonardo, su mujer y suegra le hacen reclamos por su comportamiento extraño. Al surgir el tema de la boda de la Novia los esposos discuten. Entonces llega una muchacha a contar que ha visto los regalos que el Novio y la Madre le compraron a la Novia y Leonardo se marcha disgustado.
CUADRO segundo:
La Madre y el Novio van a pedir la mano de la Novia. Una vez se han presentado los regalos, el Padre habla de su interéspor la unión de las tierras de ambas familias. La madre rememora las muertes trágicas, dice que no puede olvidarlo. Ambos padres desean tener muchos nietos; el Padre quiere hombres para trabajar las tierras y la Madre nietas para que la acompañen. Antes de irse, acuerdan la fecha de la boda. Más tarde, la Criada le pide a la Novia ver los regalos pero ella no accede. Entonces la Criada le cuestiona a la Novia si Leonardo la ha visitado pero ésta lo niega.
CUADRO tercero:
La Criada prepara a la Novia para la boda. Debido a su actitud, la Criada le pregunta si no quiere casarse pero la Novia dice que si quiere. Se puede oír a los invitados acercándose.
SEGUNDO ACTO:
CUADRO primero:
El primero en llegar es Leonardo quien se enfrenta a la Criada. Cuando llega la novia en ropas menores, el le reclama y le dice que su casamiento fue obra de ella; siente la necesidad de desahogarse.
CUADRO segundo:
Cuando llegan los invitados el se aleja. La novia sale una vez esta preparada, tiene un traje negro. Después de que el Novio, la Madre y el resto de los invitados llegan a casa de la Novia, todos se marchan a la Iglesia.
ACTO TERCERO:
CUADRO primero:
Luego de la boda, el Padre y la Madre hablan de sus expectativas. En medio de la algarabía, se encuentran los novios. El trata a la Novia con dulzura pero esta se comporta de manera extraña, pidiendo que la deje recostarse sola porque tiene dolor de cabeza.
Cuando la gente procura a la Novia para comenzar el baile, el Novio sale a buscarla donde la dejó pero no la encuentra. Entonces entra la mujer de Leonardo gritando que su esposo y la Novia han huido juntos. La Madre se debate entre animar a su hijo a perseguirlos o hacer que se quede, pero al final le dice que los persiga y le pide a sus familiares que lo ayuden. La madre anticipa la lucha que esta por venir.
CUADRO segundo:
Luego de una persecución llena de suspenso, en la cual son cómplices los leñadores, la luna traiciona a la pareja que huye. En el combate, mueren tanto el Novio como Leonardo. Los hombres mueren a la misma vez, ambos por la herida de un puñal pequeño.
Una vez la Madre se encuentra sola en su casa con la vecina, y ya que todo el pueblo se ha enterado de lo sucedido, la Novia se presenta ante ella, diciendo que ha venido para que la mate. La Vecina se sorprende al verla y teme una pelea, pero la Madre solo la golpea una vez. La Madre reclama por la honra de su hijo y la Novia trata de explicar porque huyo, clarificando que aún es virgen. La Madre expresa su desinterés por saber si es pura o no. Cuando la Novia le pide llorar junto a ella, la Madre le dice que puede, pero en la puerta. Entonces la Madre, la Mujer y la Novia recuerdan a los dos hombres y el poder de esos pequeños puñales que pudieron quitarles la vida
La Madre del Novio habla con él sobre las los asesinatos de su esposo e hijo mayor. Debido a estas muertes, la madre odia todo tipo de armas, pero especialmente las navajas. Luego, conversan sobre el trabajo del novio en la viña y sobre sus deseos de casarse y quedan en ir a pedir la muchacha. Cuando el hijo se marcha, llega la vecina.
La madre tiene dudas sobre el carácter de la Novia, así que inquiere sobre ella con la vecina, quien le informa que hace un tiempo tuvo una relación con Leonardo Félix, familiar de los hombres que asesinaron al marido y al hijo mayor de la Madre.
La suegra de Leonardo y su mujer le cantan a su hijo. Cuando llega Leonardo, su mujer y suegra le hacen reclamos por su comportamiento extraño. Al surgir el tema de la boda de la Novia los esposos discuten. Entonces llega una muchacha a contar que ha visto los regalos que el Novio y la Madre le compraron a la Novia y Leonardo se marcha disgustado.
CUADRO segundo:
La Madre y el Novio van a pedir la mano de la Novia. Una vez se han presentado los regalos, el Padre habla de su interéspor la unión de las tierras de ambas familias. La madre rememora las muertes trágicas, dice que no puede olvidarlo. Ambos padres desean tener muchos nietos; el Padre quiere hombres para trabajar las tierras y la Madre nietas para que la acompañen. Antes de irse, acuerdan la fecha de la boda. Más tarde, la Criada le pide a la Novia ver los regalos pero ella no accede. Entonces la Criada le cuestiona a la Novia si Leonardo la ha visitado pero ésta lo niega.
CUADRO tercero:
La Criada prepara a la Novia para la boda. Debido a su actitud, la Criada le pregunta si no quiere casarse pero la Novia dice que si quiere. Se puede oír a los invitados acercándose.
SEGUNDO ACTO:
CUADRO primero:
El primero en llegar es Leonardo quien se enfrenta a la Criada. Cuando llega la novia en ropas menores, el le reclama y le dice que su casamiento fue obra de ella; siente la necesidad de desahogarse.
CUADRO segundo:
Cuando llegan los invitados el se aleja. La novia sale una vez esta preparada, tiene un traje negro. Después de que el Novio, la Madre y el resto de los invitados llegan a casa de la Novia, todos se marchan a la Iglesia.
ACTO TERCERO:
CUADRO primero:
Luego de la boda, el Padre y la Madre hablan de sus expectativas. En medio de la algarabía, se encuentran los novios. El trata a la Novia con dulzura pero esta se comporta de manera extraña, pidiendo que la deje recostarse sola porque tiene dolor de cabeza.
Cuando la gente procura a la Novia para comenzar el baile, el Novio sale a buscarla donde la dejó pero no la encuentra. Entonces entra la mujer de Leonardo gritando que su esposo y la Novia han huido juntos. La Madre se debate entre animar a su hijo a perseguirlos o hacer que se quede, pero al final le dice que los persiga y le pide a sus familiares que lo ayuden. La madre anticipa la lucha que esta por venir.
CUADRO segundo:
Luego de una persecución llena de suspenso, en la cual son cómplices los leñadores, la luna traiciona a la pareja que huye. En el combate, mueren tanto el Novio como Leonardo. Los hombres mueren a la misma vez, ambos por la herida de un puñal pequeño.
Una vez la Madre se encuentra sola en su casa con la vecina, y ya que todo el pueblo se ha enterado de lo sucedido, la Novia se presenta ante ella, diciendo que ha venido para que la mate. La Vecina se sorprende al verla y teme una pelea, pero la Madre solo la golpea una vez. La Madre reclama por la honra de su hijo y la Novia trata de explicar porque huyo, clarificando que aún es virgen. La Madre expresa su desinterés por saber si es pura o no. Cuando la Novia le pide llorar junto a ella, la Madre le dice que puede, pero en la puerta. Entonces la Madre, la Mujer y la Novia recuerdan a los dos hombres y el poder de esos pequeños puñales que pudieron quitarles la vida
Antígona de Sófocles (Resumen)
Antígona era la hija de Edipo y Yocasta y hermana de Isméne, de Eteócles
y de Poliníces. Antígona acompañó a su padre cuando éste, al descubrir el
crimen y el incesto que había cometido, partió hacia el exilio después de
arrancarse los ojos. Se refugiaron en Colono, un pueblecillo de Ítaca, donde la
muerte trajo finalmente la paz a Edipo. Antígona regresó entonces a Tebas.
Eteócles y Polínices, los dos hijos varones del desterrado Edipo, mueren
peleando frente a frente en las afueras de Tebas. Eteócles del lado de la
ciudad; Polinices del lado de los sitiadores. Creonte, déspota, gobernador y
dueño de Tebas, decreta que Eteócles sea enterrado con los honores que
correspondían a los héroes que mueren por la patria; y que Polinices, que murió
defendiendo el bando de los sitiadores, sea dejado insepulto sobre la tierra,
para que, en memoria de su enemistad con los tebanos, se pudra al sol y sea
devorado por los buitres. Las tradiciones griegas establecían el deber sagrado
de sepultar a los muertos, señalando que en caso contrario el alma del difunto
vagaría eternamente sin reposo y nunca podría acceder al reino de las sombras.
Contradiciendo el dictamen del déspota, Antígona, hija también de Edipo, se propone ir por la noche a enterrar a su hermano. Isméne, su hermana, más cobarde, no se atreve a acompañarla. Antígona es sorprendida por los soldados que Creonte ha colocado en el monte para que vigilen el cumplimiento de su decreto: pena de muerte a quien entierre a Polinices. Es llevada ante la presencia del autócrata quien la increpa por su desobediencia. Entre el tirano y la doncella se produce un diálogo que, tomando altura sobre el mero interrogatorio judicial de lo ocurrido, hace chocar la ley natural, la piedad familiar de Antígona, con la voluntad personal y arbitraria del tirano. Es, sin lugar a dudas, una de las escenas más inmortales de la dramaturgia universal. Creonte sentencia según su poder material y físico. Antígona argumenta según la ley que los dioses tienen escrita en el espíritu del corazón humano. Luego, Creonte decide llevar a Antígona a una cueva y dejar libre a Isméne. Antígona, en una cueva, sin comida, decide quitarse la vida, ahorcándose. Pero el hijo de Creonte, prometido de Antígona también decide quitarse la vida cuando ve a Antígona ahorcada. Por dichos que transcurrían, de lo malo que había hecho Creonte, el mismo decide ir a la cueva, cuando llega, observa s u hijo muerto, lo toma, y en sus brazos lo lleva hacía el palacio. Pero cuando el mismo llega, observa que Polinices, también decidió quitarse la vida y ahí, queda marcado en la vida de Creonte estos hechos.
Contradiciendo el dictamen del déspota, Antígona, hija también de Edipo, se propone ir por la noche a enterrar a su hermano. Isméne, su hermana, más cobarde, no se atreve a acompañarla. Antígona es sorprendida por los soldados que Creonte ha colocado en el monte para que vigilen el cumplimiento de su decreto: pena de muerte a quien entierre a Polinices. Es llevada ante la presencia del autócrata quien la increpa por su desobediencia. Entre el tirano y la doncella se produce un diálogo que, tomando altura sobre el mero interrogatorio judicial de lo ocurrido, hace chocar la ley natural, la piedad familiar de Antígona, con la voluntad personal y arbitraria del tirano. Es, sin lugar a dudas, una de las escenas más inmortales de la dramaturgia universal. Creonte sentencia según su poder material y físico. Antígona argumenta según la ley que los dioses tienen escrita en el espíritu del corazón humano. Luego, Creonte decide llevar a Antígona a una cueva y dejar libre a Isméne. Antígona, en una cueva, sin comida, decide quitarse la vida, ahorcándose. Pero el hijo de Creonte, prometido de Antígona también decide quitarse la vida cuando ve a Antígona ahorcada. Por dichos que transcurrían, de lo malo que había hecho Creonte, el mismo decide ir a la cueva, cuando llega, observa s u hijo muerto, lo toma, y en sus brazos lo lleva hacía el palacio. Pero cuando el mismo llega, observa que Polinices, también decidió quitarse la vida y ahí, queda marcado en la vida de Creonte estos hechos.
Antígona Vélez (resumen)
El relato comienza cuando Ignacio Vélez hermano
de Antígona deserta de la civilización y se une a los indígenas. En la
contienda, mueren ambos hermanos Ignacio y Martín Vélez. Después de la muerte
de ambos a Martin Vélez le hacen todos los ritos y lo entierran honorablemente
mientras que al traicionero de Ignacio Vélez, por pasarse al lado de los
indígenas, lo habían dejado sin entierro por las órdenes de Don Facundo Galván.
Después Antígona se encuentra con su hermana Carmen y le dice Antígona que
quiere enterrar a Ignacio y Carmen no quiere tener nada que ver en esto, y le
dice a Antígona que no va a decir nada a nadie, Antígona le dice que no importa
si lo dice. Después Antígona dice a Facundo que tiene que enterrar a su hermano
(Ignacio) y Facundo la amenaza. Antígona decide enterrar a su hermano. Luego
Lisandro vuelve de la batalla para hablar con su padre Facundo y un rastreador,
quienes le explican a Facundo como van en la batalla. Ahí Facundo le cuenta a
Lisandro que no enterraron a Ignacio Vélez y que Antígona quería enterrarlo,
Lisandro y el rastreador se desconciertan, porque alguien había desobedecido a
sus órdenes y lo habían enterrado. Tenía en la cabecera una cruz de sauce atada
y en los pies fores de cardo negro. El rastreador dijo que había unas huellas.
Don Facundo pide al rastreador que siga las huellas y rastreé al culpable del
entierro. Vuelve el rastreador y le dice a Facundo que ha encontrado las
prendas con las que se ha enterrado a Ignacio y le dice que esas prendas las
encontró en el cuarto de Antígona. Traen a Antígona, y ahí Facundo dicta la
sentencia por desobedecer sus órdenes, dice que al atardecer Antígona ira en un
alazán (caballo de pelo rojo)
para que corra por la pradera frente a los indios así le mataran con lanzas.
Después Antígona se encuentra con Lisandro y empieza a hablar con él, Lisandro
le dice que su padre hizo mal en dictar esa sentencia. Le dice que ese caballo no saldrá pero Antígona
dice que no importa ya. Después empiezan a recordar cuando eran chicos cuando
Lisandro domo su primer potro, era un doradillo (caballo de pelo dorado),
y ahí se enamoraron. Al atardecer Antígona va hacia el caballo para cumplir su
sentencia y de la puerta sale corriendo Lisandro, llamándola, le dice que ese caballo no puede salir,
los hombres lo sujetan a Lisandro mientras habla con Antígona, pero ella sigue
su destino y va hacia el caballo, Lisandro con todas sus fuerzas se suelta y corre hacia ella
sale Antígona con su caballo y Lisandro atrás
con otro persiguiéndola, hasta que la alcanza y a lo lejos se ven lanzas que
caen, muriendo ellos atravesados por la misma lanza. Más tarde Don Facundo
pregunta cómo andan las cosas, suenan unos clarines y le dice un soldado “hemos
ganado”, y vuelven a tocar el clarín pero más triste, facundo dice “que pasa
allá afuera”, luego llega el sargento y le dice, “le traigo dos muertos”, Antígona
Vélez, y Lisandro Galván. Atravesados por la misma lanza. Facundo Galván dice:
“Hombres caven dos tumbas, ahí mismo donde reposan ya, si bien se mira están
casados” un hombre le dice: “Pero no le darán nietos”, a lo que Facundo
responde: “Todos los hombres y mujeres, que algún día cosecharan en esa pampa
el fruto de tanta sangre”.

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